viernes, 6 de noviembre de 2015

Constelación de Perseo

Ya hemos visto a sus suegros: Cassiopea y Cefeo. A su mujer: Andrómeda y a su preciado caballo: Pegaso. Por fin, toca hablar del héroe: Perseo.

Perseo de Cellini, en Florencia.
                             
Aquí entra en escena Acrisio, Rey de Argos. El oráculo predijo que su nieto lo acabaría matando. Tú y yo sabemos que no se puede luchar contra lo que dice el oráculo, pero Acrisio no, así que hizo todo lo posible por evitarlo. ¿Cómo? Enjaulando a su única hija (Dánae) en una cámara subterránea de cobre. Nadie podría acceder a ella que, por cierto, y para variar, era hermosa. Si su hija se quedaba allí, jamás le daría nietos.

Pero adivina quién fue el listo que se disfrazó de agua de lluvia y la dejó embarazada... Pues el de siempre: Zeus. (Es el Julio Iglesias de la mitología) (Y lo sabes). Zeus y Dánae serán los futuros padres de Perseo.

Pero cuando su abuelo se enteró, lo dejó a él y a su madre en una pequeña y frágil embarcación en el mar, a merced de las olas. Zeus, que como marido dejaba mucho que desear pero era un buen padre, hizo soplar una brisa que llevó a los naúfragos hasta la isla de Sérifos, donde los cuidó Dictis.

Dictis era el hermano del rey de la isla: Polidectes, quien se enamoró perdidamente de Dánae. No se sabe si fueron amenazas del rey o la arrogancia de un ya crecidito Perseo, lo que llevó al héroe a llevar, como presente, la cabeza de Medusa a su rey. Se fue a por su objetivo con armas que le regalaron los Dioses: Un casco con el que se hacía invisible, alas en los pies, una espada indestructible y un escudo, con el que evitó transformarse en piedra al mirar a Medusa a través de éste y no directamente a los ojos. Si es que además era listo.

Si la miras a los ojos te quedarás de piedra!

De la sangre que emanó del cuerpo sin vida (y sin cabeza) de medusa, salió su caballo: Perseo. (Ya te lo adelanté al hablar de Pegaso).

Y volando en su caballo se marchó, y fue entonces cuando desde los cielos vio a la hermosa Andrómeda atada a una roca a punto de ser devorada por una bestia marina llamada Cetus. Pero todo esto ya te lo sabes bien, verdad?

Lo que no sabes es que sorprendentemente Perseo y Andrómeda vivieron felices... en la tierra Natal de Perseo, donde sí, acaba matando a su abuelo. Lo hace sin querer, por supuesto... En los juegos olímpicos lanza el disco con demasiada fuerza y le da en la cabeza a un pobre hombre que pasaba por allí...

Moraleja: Haz siempre caso a lo que te diga el oráculo. 

2 comentarios:

  1. Muy interesante y entretenida la manera en que lo explicas.Gracias.¡Enhorabuena!

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